La semilla de chía es una planta herbácea natural del Sur de México, Costa Rica,... es una de las especies vegetales con mayor concentración de alfa linolénico omega-3 (7 veces más que el salmón).
Tiene alto contenido en proteínas (el doble de proteínas que cualquier otra semilla) y minerales como calcio (5 veces más que la leche entera), boro, potasio (el doble que el plátano), hierro, además de oligoelementos y vitaminas entre la que destaca la B3 además presenta un alto contenido en compuestos antioxidantes (ácido cafeico, quercetina, miricetina...)
La composición del aceite de chía es del 75% de monoinsaturados con el 7% de oleico, 20% de linoleico y 60% de linolénico (omega-3) por lo que tiene una composición muy buena a nivel nutricional ya que el omega 3 disminuye la incidencia de enfermedades cardiovasculares, la arteriosclerosis y tiene efectos beneficiosos sobre el cerebro, puede mejorar el rendimiento en los niños, disminuye los triglicéridos, es efectivo en los pacientes que tienen la enfermedad de Crohn. Recientes estudios lo relacionan con la prevención de la demencia y efectos beneficiosos en personas con trastorno bipolar e incluso esquizofrenia.
Como hemos visto, la semilla de chía tiene una composición muy buena y el consumo de su aceite puede resultar muy beneficioso para la salud, además su extracción se hace con prensado en frío sin adición de otros componentes.
Actualmente no es muy común encontrarlo en los supermercados (a diferencia de la propia semilla que es muy fácil adquirirla) aunque su producción va aumentando (se encuentra sobre todo en pequeñas tiendas especializadas o en forma de complemento alimenticio)
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